lunes, 30 de marzo de 2009

LO NUEVO en Industria Argentina2010

Memoria de Acero
Un recurso estratégico para la reindustrialización
Altos Hornos Zapla

Recorrer hoy Palpalá un pueblo a 17 km de San Salvador de Jujuy es encontrarse con los restos de un Proyecto Tecnológico pensado para abastecer de acero al país, el inicio de nuestra industria siderúrgica. Un pueblo levantado por la iniciativa y voluntad del Gral Savio quien concibió un futuro mejor para los argentinos y el desarrollo de esa región.
Hoy a cada paso se vislumbra lo que fue un emprendimiento visionario no sólo pensado para abastecer de acero al país, sino para ser artífices de nuestro propio destino.
La planta se encuentra en estado ruinoso, sólo funcionan partes de lo que fue un complejo industrial siderúrgico integral y desde afuera no se nota actividad alguna, ni se ve salir humo de ninguna chimenea; rodeada de tabacales, algunas construcciones se destacan como estructuras arruinadas que en otro tiempo producían.
Cuentan que de los 3 altos hornos que estaban en actividad, uno se desarmó y se vendió a Paraguay y se desarmó y que la planta fue vendida a 1 $, que las 17000 hectáreas que servían para producir carbón para los altos hornos terminó en manos de Celulosa Argentina S.A.
Historias tristes que por el dolor no quieren contar. La empresa hoy Aceros Zapla tiene un fabuloso folleto de comercialización que contrasta con una realidad de un pueblo empobrecido y una planta en ruinas.
Altos Hornos Zapla fue destruida cuando se extraía hierro de la mina, se producía arrabio y a unos días de firmarse un acuerdo con empresarios italianos interesados en fabricar acero al plomo; éstos proveerían el asesoramiento técnico, y además serían los compradores.
El día que cerraron la planta, apagaron los Altos Hornos, cerraron la forja en donde se producían los cañones de 105 y 155 mm, la laminación, etc. Quedaron en funcionamiento los hornos eléctricos. Según cuentan el que cerró Zapla sería hermano del que estaba encargado de la fábrica de Río Tercero cuando aconteció la voladura de la misma. El que compró Zapla a 1$ era al mismo tiempo también concesionario de tres ramales de FFCC, Roca, Belgrano Sur y San Martín; hoy se puede ver el taller del FFCC San Martín desmantelado. Nos preguntamos si se utiliza o se utilizó el acero canibalizado del material rodante y de los centenares de km de rieles que tenía los FFCC a lo largo de su recorrido para producir acero en los hornos eléctricos?
Planta industrial regalada, acero regalado… negocio asegurado.
No es la intención ir a buscar a los que sacaron provecho del desmán producido por el presidente reelecto en los 90, ni a la miseria que provocó e incentivó entre los argentinos. Buscamos si lo hubo un patrón para la destrucción o una razón para la entrega y transferencia de los recursos de las empresas estratégicas nacionales, en su mayoría con desarrollo tecnológico, o ligadas a los recursos naturales, petróleo, agua y minería.

De la copiosa información recibida por ex trabajadores y lo publicado en la época resumiremos más abajo los puntos que hemos encontrado en común en la desarticulación de éstas empresas siderúrgicas creadas por el Gral. Savio.

• Se promulgaron leyes y hasta se cambió la Constitución Nacional para facilitar el desmembramiento del poder del Estado y facilitar a capitales transnacionales apoderarse de los recursos naturales.
• Previamente y durante el desguace de las Industrias Estratégicas Nacionales, el poderoso aparato de empresas de medios de comunicación prometía solucionar los problemas del país si esto se realizaba.
• La prensa repetía sin cesar que esa era la dirección correcta y citaba e informes del gobierno de EEUU y de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y de universidades de EEUU en tal sentido.
• Si existieron voces en defensa de las empresas estratégicas nacionales estas no tuvieron presencia en las empresas de medios que impulsaban su destrucción. Antes bien, fueron silenciadas, ridiculizadas y/o ignoradas sistemáticamente.

De acuerdo a los sucesos que ocurrieron después del golpe cívico-militar de Martínez de Hoz, su continuación durante la Democracia y su culminación en los 90 y por la magnitud, la certeza y la determinación en la destrucción de la Industria Estratégica Nacional advertimos en SOMISA y Altos Hornos Zapla que:
• Para su destrucción existió un plan general. En este aspecto no se improvisaba. Las órdenes se generaban en el Poder Ejecutivo Nacional
• El que debía llevarlo a cabo desconocía completamente la actividad, disciplina o emprendimiento del cual sería Presidente, Interventor, o Director. Sus cualidades morales debían consentir fundir a la empresa, endeudarla y permitir el saqueo de la misma a través de la desaparición de materiales y equipos.
• Se descontaba y se impulsaba la aparición de personajes circunstanciales que pudieran reducir máquinas, herramientas, equipos, galpones, etc. y todo lo que pudiera comerciarse con el fin de desguazarla, provocar pérdidas o dificultar su operación.
• Se anestesiaba a los trabajadores con promesas falsas, como una reestructuración para mejorar la empresa, mejora de salarios, generosas indemnizaciones, un futuro promisorio…
• Las empresas de medios actuaban magnificando y copiando información de unos a otros, a través de sus voceros (periodistas) que difundían información falsa, sesgada, malintencionada etc. Los trabajadores no podían contrarrestar esa información ya que sus opiniones o versiones no llegaban al público en general (falta de emisoras y la posibilidad de tener igual llegada con otra perspectiva).
• Se utilizó la fuerza pública para desalentar cualquier intento por parte de los trabajadores y o sindicatos de frenar la destrucción de las empresas
• Hubo actores necesarios de distintos estamentos que participaron del desguace ya sea desde las asambleas de trabajadores o para la reducción de materiales y equipos
• Desde el gobierno se daba cobertura para las operaciones en curso.

En la Justicia se introdujeron cambios en la Corte Suprema. Por otra parte se descontaba su tradicional lentitud, por lo que la mayoría de los juicios terminaron sin ningún detenido (Fallo Juez Ballesteros, etc.), o a pesar que las situación era de público conocimiento no se iniciaron las causas correspondientes. Queda pendiente como futura tarea de la justicia encontrar los mecanismos para que con su minuciosa y lenta perfección encuentre la manera de apresar a aquellos que se apoderaron de nuestras empresas, y entre otras cosas bastante visibles, barcos, miles de toneladas de rieles, de cientos de vagones y máquinas, de nuestros recursos naturales, etc. etc.

Reflexiones acerca de las Industrias Estratégica Nacionales
En los encuentros con trabajadores y altos responsables de la empresa, uno de los hechos que sobresale es que se atacaron y se destruyeron cuando fuera posible los polos tecnológicos donde Argentina pudo generar tecnología o generar renta genuina o ingresos que pudieran repartirse en mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores, ayudar a la educación, a la salud, etc. Algunos señalan que fue para asegurarse quizás un poco de dinero, apropiarse de una empresa, o quizás algún deseo de figuración personal.
En el caso de las Escuelas Técnicas se buscó su eliminación y reemplazo. En este caso en particular su destrucción es sencillo concluir que se apuntó a destruir nuestro aparato productivo; no puede argumentarse que fue para incrementar el patrimonio o para facilitar la apropiación de un material o equipo, ya que se realizó a nivel nacional.
En el caso de Altos Hornos Zapla (AHZ) se impidió firmar el contrato mencionado que aseguraba su continuidad, mientras se hizo correr la voz entre los trabajadores que los nuevos sueldos serían el doble y que se reestructuraría la planta. Para ello se envió a los trabajadores a su casa durante tres meses con el sueldo para esperar ser llamados si su puesto se encontraba disponible luego de la reestructuración. Con esta simple patraña se despidieron a más de 1000 trabajadores; eso sí, se les daba una indemnización.
Hoy quedan como mudos testigos del proyecto Altos Hornos Zapla, en la ciudad de Palpalá, el estadio, el polideportivo, los barrios para los trabajadores, para los profesionales, para los directivos, el casino de oficiales con su hotel, los edificios hoy ocupados por la Municipalidad, el policlínico hoy devenido en hospital, la pileta de natación, el cine-teatro para más de 1000 personas, las instalaciones de la mina 9 de Octubre y de Puesto Viejo.
En las construcciones complementarias de las minas de mineral de hierro, una con explotación en galería (túneles) y la otra a cielo abierto se realizó en las inmediaciones la urbanización para los trabajadores, profesionales y oficiales que operaban la mina. En el cerro donde se encuentra la entrada a los piques de la mina 9 de Octubre encontramos los edificios para los trabajadores, barrios para los profesionales, casino y hotel para los oficiales, pileta de natación, canchas de fútbol y de básquet, cine teatro y demás comodidades como salas de reunión, etc. La mina Puesto Viejo distante unos 50 km, es parte de la misma veta de mineral de hierro que se explotaba a cielo abierto, también tiene su urbanización en sus inmediaciones, con sus barrios, su cine teatro, sus oficinas, etc.
El pasado ominoso queda reflejado en el presente por las necesidades insatisfechas y los esfuerzos realizados por los ex trabajadores, familias e hijos y habitantes del pueblo de Palpalá. El resultado de la aplicación de la política de desindustrialización está a la vista y debe ser enfrentada también por los políticos locales, el intendente, el gobernador, el ministerio de desarrollo social y todo aquel que pueda y quiera ayudar a mejorar la calidad de vida. A este costo se suma a la desmoralización de sus habitantes que luego de aprender un oficio, entender una tecnología se ven resignados a conducir un colectivo, un remis, a cortar el pasto, a reclamar los pagos en el momento que se privatizó, o a esperar que un inversor extranjero haga lo que dejamos de hacer nosotros. Centrar las esperanzas en casi un milagro. Palpalá nació como Madre de Industrias, cuna de la Siderurgia Argentina, hoy recuerda en actos y en esculturas su pasado minero y siderúrgico. De de las 55 empresas que tenía en su parque industrial han quedado 5.
El Intendente de Palpalá con los limitados ingresos de que dispone (si los habitantes no tienen trabajo tampoco la municipalidad tiene ingresos), promueve alguna actividad que esté en sus manos. Entre otras iniciativas invita a escultores a realizar cada año esculturas sobre un material, piedra, metal, madera, por lo que encontramos esculturas a cada paso. El otro pilar es el deporte, muchas canchas de fútbol, de basquet, de voley, de patinaje para que sus jóvenes puedan destacarse en el deporte, y también parques temáticos (plazas) uno con duendes y otro con juegos infantiles para atraer el turismo, el carnaval, esfuerzos que no alcanzan a cubrir la necesidad de trabajo genuino. En la mina 9 de Octubre donde se extraía el hierro, se utilizan las instalaciones que fueran realizadas por la empresa Altos Hornos Zapla, se la promociona como villa turística.
Tanto en la privatización de SOMISA como la de Altos Hornos Zapla los trabajadores fueron tentados con una indemnización, que en el caso de la última los utilizaron para comprar electrodomésticos, ir a buscar trabajo a otros pueblos (de los cuales muchos no volvieron), abrir pequeños almacenes, pero una vez gastado y sin un nuevo trabajo quedaron como muestra de otro tiempo.
La diferencia entre el pasado y el presente se manifiesta patente a cada instante, toda la ciudad muestra la pujanza de lo que fue cuando funcionó Altos Hornos Zapla, sus planeadas y preciosas construcciones, barrios residenciales, hotel y casino, su estadio, su club con pileta de natación, su gimnasio, su policlínico, sus cine teatro, sus áreas de esparcimientos, su club de golf, etc. hoy desmembrado de la empresa, a cada cual le dieron o se tomó un pedazo.

Trabajo con mayor valor agregado
Lo que vemos parece indicar que los trabajos con oficio, con mayor valor agregado, en industrias estratégicas producían no solamente bienestar físico sino que llenaban a la gente con la esperanza de un futuro mejor, de un trabajo digno.
Si la renta queda para el Estado, el beneficio es la producción de bienes estratégicos para el país, los procesos tecnológicos desarrollados le son propios y son utilizados en esta industria y compartidos para lograr superar técnicamente las necesidades de un planeamiento para Argentina, que incluye a la industria como destinataria para resolver las necesidades de transporte terrestre, marítimo y aéreo, de defensa, de pesca, y de las actividades enmarcadas dentro del planeamiento de desarrollo. Una empresa siderúrgica que abastezca las necesidades locales con productos de cada vez mayor valor agregado, de aceros especiales, de una forja especializada, de rieles para ferrocarriles que puedan alcanzar mayores velocidades, de equipos y materiales necesarios para la explotación minera, etc. Todos estos productos de otra forma deberemos comprarlos de una forma desventajosa, quedando relegados los argentinos a trabajar para empresas transnacionales en tareas menores, con plantas altamente automatizadas, que absorben una cantidad mínima de mano de obra, y cuyo planeamiento y necesidades responden a otros intereses, sean de renta o para cubrir las necesidades de otros países. Necesitamos empresas estratégicas para satisfacer las necesidades de la Nación Argentina y que permitan a sus habitantes sentirse forjadores de su destino, en un pie de igualdad a otras naciones.
Nuestros técnicos y profesionales son atraídos por el desafío y la oportunidad de su perfeccionamiento, a la vez que se sienten partícipes de la creación de los elementos que constituyen los eslabones de una mejor calidad de vida.
Necesitamos para ello reconstruir nuestras empresas estratégicas y desarrollar nuestra tecnología, para que tengamos trabajo de la mejor calidad, desafiar al futuro, que podamos soñar y concretar nuestros sueños, que seamos los constructores de la Argentina. Tenemos grandes oportunidades y desafíos.
Otra opción es sentarnos a esperar a que el quimérico mercado lo haga por nosotros, que alguien de remotos países venga a preocuparse por nuestro bienestar. Ante semejante desatino es mejor ser capaces de creer en nosotros y andar nuestro propio camino.
Para más información www.industriaargentina2010.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario